Isaías Rodríguez: «estoy convencido de que es necesario el referéndum»


«Señores, el pueblo quiere referéndum; señores, el pueblo quiere Constituyente y el pueblo tendrá referéndum y el pueblo tendrá Constituyente. El único aquí que puede impugnar un referéndum es el mismo pueblo, el único aquí que puede detener este proceso es el Soberano, si el pueblo se niega ir al referéndum he allí la impugnación. Si el pueblo va al referéndum y dice que no y responde que no, he allí que se detiene el proceso, dejemos entonces y es mi llamado a todos los que estamos instalados de alguna u otra manera en el llamado poder constituido, es decir, el Consejo Nacional Electoral, la Corte Suprema de Justicia, el Congreso Nacional, la Presidencia de la República, dejemos que este conflicto lo decida quien tiene que decidirlo, el pueblo venezolano o en todo caso la mayoría del pueblo venezolano, allí es donde tiene que tomarse la decisión final.» (Hugo Chávez, 10/03/1999)

Por segunda vez, en la era de la democracia participativa en Venezuela, inaugurada por el presidente Hugo Chávez, el país se prepara para un nuevo proceso constituyente.

No parece muy lejano el día que los venezolanos y venezolanas decidimos, aquel 25 de abril de 1999, mediante Referendo consultivo que queríamos una Constituyente. Estrenando Carta Magna fuimos a un episodio inédito en nuestro país que sigue siendo ejemplo de participación en el mundo.

En esta oportunidad no son las mismas condiciones de entonces. Venezuela enfrenta una guerra económica sin precedentes lo cual, sumado al ataque de poderosos monopolios mediáticos, comporta una situación de extrema urgencia donde a falta de diálogo y acuerdos entre los sectores enfrentados, el presidente Nicolás Maduro tomó la decisión de ir a una Constituyente para, según ha dicho, modificar el sistema económico y alcanzar “una solución verdadera, democrática, libre y definitiva”.

El contexto de esta iniciativa presidencial lo ha construido la propia oposición venezolana al no aceptar diálogo, ni el llamado a elecciones regionales (vencidas desde diciembre de 2016) hecho por el propio Maduro. Ante esa propuesta dijeron «primero te vas y después vamos a elecciones». Mientras la situación política se hace más conflictiva la guerra económica continúa acechando al pueblo en todos los aspectos y la violencia de las protestas ha cobrado ya 37 víctimas. «El juego está trancado» ha dicho Elías Jaua y hay que habilitar otra opción.

El actual embajador de Venezuela en Italia, Isaías Rodríguez, fue designado como Vicepresidente de la Comisión Presidencial Constituyente que preside Jaua Milano. Ambos fueron electos miembros de la primera Asamblea Nacional Constituyente que, por cierto presidió, Luis Miquilena, y ahora les tocará abrir trocha para que Venezuela vuelva a elegir su destino. Integran también ese cuerpo colegiado Adán Chávez, secretario de la instancia,  Cilia Flores, Aristóbulo Istúriz, Delcy Rodríguez, Iris Varela, Francisco Ameliah, Reinaldo Muñoz, Elvis Amoroso, Hermann Escarrá, Noelí Pocaterra, Earle Herrera y Remigio Ceballos.

Rodríguez, quien representó al estado Aragua en la primera Asamblea Nacional Constituyente, aceptó responder un breve «cuestionario» a la distancia, y a las pocas horas recibió allá en la embajada el llamado oficial para venirse a Venezuela a incorporarse de lleno a esta nueva fiesta democrática.

El también ex Fiscal General de la Nación, trae una posición que seguramente abrirá un debate interesante dentro de la Comisión. Y es que Isaías Rodríguez opina que «debe convocarse un referéndum».

¿Que se espera lograr con esta nueva Constituyente?
– La paz del país, el cauce institucional, el ejercicio legítimo de las funciones de los poderes públicos. Adicionalmente el debate constituyente institucionalizaría las Misiones como instrumentos eficaces de los derechos sociales. Podrá abordar formas de mayor consistencia a la soberanía del país.

Esta constituyente que propone el presidente Maduro ¿es para reformar la Constitución de 1999 o para elaborar una nueva Constitución?

– No está previsto elaborar una nueva Constitución. Las reformas y las enmiendas tienen su propio procedimiento. No requieren llamados al poder constituyente.

¿Qué tiene de malo la Constitución actual?

– No tiene nada de malo. Es tan buena que ha resistido una de las peores crisis históricas que ha tenido el país.

Sectores de la oposición y también del chavismo prefieren las elecciones de gobernadores y alcaldes ¿usted qué opina?

– La Constituyente podría poner en riesgo el proyecto de país que diseñó Hugo Chávez y ello produce temores que algunos se resisten a afrontar. Por otra parte el riesgo no es solo para el chavismo también lo es para los adversarios y eso les lleva a preferir las elecciones de alcaldes y gobernadores. Creo, sin embargo, que no hay muchas opciones y esta es la mejor expresión de democracia. Es urgente resolver entre paz y violencia, entre constituyente y guerra civil, entre el orden institucional o el desastre.

Elías Jaua, Presidente de la Comisión Presidencial para la Constituyente, dijo que la actual Constitución refleja un Estado “débil” que no tiene los suficientes mecanismos para defenderse de situaciones como la guerra económica. ¿Es necesario un nuevo Estado?

– Ninguna Constitución es una lámpara de Aladino. Ella prevé un conjunto de mecanismos institucionales de largo alcance. No pienso que lo que está en juego sea crear un nuevo Estado..

Usted participó en la Constituyente de 1999, qué diferencia establece entre los dos procesos, el que le tocó vivir y el de ahora?

– Son muchas las diferencias. Chávez no está. Aquel país tenía poca madurez política y ciudadana. Había menos información en tiempo real. Los venezolanos no tenían la plena consciencia de cuánto es de importante el petróleo para la paz y para la guerra. Se ha aprendido a resistir y también que el rol de los Estados Unidos no es solo un discurso. Aún con las actuales complicaciones el proceso es menos complejo que el anterior.

¿Qué recomienda a los venezolanos? Cómo influirá en sus vidas y en la actual crisis económica este proceso constituyente?

– Si se pierde Venezuela se pierde un proyecto de solidaridad, de integración y derechos sociales. Superado el conflicto político podría dedicarse el país a resolver lo económico y lo social

La oposición argumenta (y lo ha denunciado en foros internacionales) que esta Constituyente es ilegal ¿lo es? Que se requiere un referéndum para que el pueblo decida y además defienden a la actual Constitución

– La Constituyente convocada por el presidente Maduro no es ilegal. Ahora bien, estoy convencido de que es necesario el referéndum pues las razones son diferentes a las que hubo para la anterior ANC. Los artículos 347 y 348 son determinantes. Confieren la iniciativa al Presidente. Mantengo esa tesis pero estoy abierto a supuestos diversos que tengan lógica jurídica. Es mi opinión, no una verdad. El derecho no es matemáticas y admite criterios interpretativos. Pero todos los pasos dados son legales, legítimos y apegados a la Constitución. La Constitución del 61 obviaba el poder constituyente y no establecía mecanismos para convocarlo. En cuanto a la defensa de la Constitución debo decir que la Constituyente no es para derogarla.

Se plantea un foro de 500 miembros ¿Es esto viable?

– Viable es, lo que pudiera es no ser práctico. Un número tan grande se prestaría a jugadas parlamentarias para retardarla y evitar conclusiones de manera inmediata. La situación a mi juicio tiene cierta emergencia y no basta con producir un órgano que ventile soluciones sino que los logre en el tiempo más breve posible. Un proceso de desgaste y retardos injustificados podría alargar la crisis política.

En todo caso ¿será para este año?

– No hay razones para que no se convoque y resuelva en cuatro o cinco meses. Todo depende de la sensatez y madurez de los integrantes de la ANC y de ella como cuerpo colegiado. La anterior, aún con los problemas que planteó una Constitución que no la establecía y hasta la evitaba, permitió que se concluyera en cinco meses.

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