Aún no sabemos si finalmente habrá “humo blanco” en el diálogo del gobierno y la oposición venezolana en República Dominicana. Quizás un resultado previo, positivo para Venezuela, sea que el Papa Francisco y elementos de Estados Unidos como el republicano Marco Rubio, o la (también) rubia portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert pidan elecciones y no intervención para nuestro país. Ya eso debilita la salida de fuerza que propugnan algunos sectores radicales.
Pero hay otro diálogo que atraviesa, cual filosos cuchillos, las entrañas de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). El ambiente prelectoral presidencial de 2018 nos lleva irremediablemente al de 1998 y, qué curioso, justo se cumplen 20 años de aquel histórico discurso del entonces candidato presidencial Hugo Chávez Frías, en el cierre de su campaña, el 2 de diciembre.
Dijo Chávez ante una repleta avenida Bolívar que “Cuando uno observa a los enemigos del pueblo dando carreras de última hora, haciendo pactos secretos en la oscuridad de la noche (…) cuando uno ve esa reunión de todos los corruptos (…) tenemos que darle gracias a Dios que ha permitido que se reúnan todos los corruptos en una sola bola, ustedes saben de qué, se han reunido en un solo saco pestífero, hediondo y nauseabundo (…) y los vamos a barrer a todos juntos. Nos están facilitando la tarea. Ese boche no lo vamos a pelar…” * Se refería a lo que entonces llamaron el “ToConCha” (Todos Contra Chávez), conformado por Acción Democrática, Copei, Proyecto Venezuela y Por Querer A La Ciudad, un “monstruo” que efectivamente barrió pero que ahora una de esas fuerzas, AD, cumple con la tenaz promesa de su fundador, Rómulo Betancourt: “We will comeback” pues asumiremos aquello de que «adeco es adeco hasta que se muere» así esté en otros partidos.
La oposición y dentro de ella los adecos, originales y/o recargados, prepara un “todos contra Maduro” (candidato unitario le llaman). Y aunque no se han convocado primarias dentro del Gran Polo Patriótico para elegir la opción presidencial de la revolución, Nicolás Maduro, el “conductor de victorias”, se ha ganado, para algunos, ese derecho, amparado en los difíciles años del gobierno que heredó de Chávez y durante los cuales Venezuela ha sufrido la peor crisis económica, social y política quizás de su historia reciente. Maduro ha ofertado su opción y pareciera que no surgirán contrincantes dentro del Gran Polo Patriótico.
Anunciadas ya las elecciones presidenciales, emergen Claudio Fermín, a quien el tiempo se le puso viejo hace rato. La última vez que Fermín jugó a ser candidato presidencial, en 2002, obtuvo apenas el 2,72% de la votación nacional, y antes de eso, en 1998 se vio obligado a retirar su candidatura apoyada entonces por un partido llamado Renovación.
Después está Henry Ramos Allup, quien viene aspirando a la Presidencia de la República desde 1998, cuando estuvo apenas unos días de precandidato y le tocó claudicar para apoyar a Henrique Salas Romer (Frijolito), luego en 2012 tuvo que cederle el paso a Pablo Pérez; le sigue Antonio Ledezma y pareciera que entramos en el túnel del tiempo cada vez que vemos a estas “momias” (así llamó Maduro a otro adeco: Omar Barboza) en los medios de comunicación. De modo que lo mejor que le puede ocurrir a Maduro es que de nuevo esas “fuerzas”, sumadas al resto de opciones que según algunos portales chavistas ya suman como 10, se unan en un saco similar al de 1998: el «ToConMa» (incluyendo sanciones internacionales como otro de los candidatos) que quizás el pueblo vuelva a barrer, tal como hizo Chávez en 1998, aunque elecciones y crisis económica pudieran no ser una buena mezcla en esta oportunidad.
*Desde el minuto 24 del video
[…] fue desechado y hasta expulsado del partido del cual fue jefe, para apoyar también a Salas Romer y derrotar a Chávez. Aquella vez las encuestas acertaron sus pronósticos pues efectivamente ganó quien más puntos […]
[…] fue desechado y hasta expulsado del partido del cual fue jefe, para apoyar también a Salas Romer y derrotar a Chávez. Aquella vez las encuestas acertaron sus pronósticos pues efectivamente ganó quien más puntos […]
[…] desechado y hasta expulsado del partido del cual fue jefe, para apoyar también a Salas Romer y derrotar a Chávez. Aquella vez las encuestas acertaron sus pronósticos pues efectivamente ganó quien más puntos […]